Peñíscola acoge a niños huérfanos del Colegio Imperial de vacaciones

La consellera de Bienestar Social, Angélica Such, ha destacado la colaboración de "empresarios hoteleros de Castellón y el Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer con la Conselleria de Bienestar Social en su responsabilidad de ofrecer a aquellos que más lo necesitan nuevas oportunidades para lograr una mejor calidad de vida".

Such ha realizado estas declaraciones durante su visita a los 60 menores del Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer que disfrutan de unas vacaciones en Peñíscola.

Durante su visita, Such ha elogiado el trabajo desarrollado por la Federación Hotelera de la Comunitat Valenciana, y en especial a su presidente, Carlos Escorihuela por colaborar, de forma altruista, en esta actividad que permite que "menores con muy pocos recursos y muy pocas posibilidades puedan pasar unos días de vacaciones y cumplir su sueño de disfrutar de su tiempo de ocio en un hotel de cuatro estrellas de Peñíscola, junto a la playa".

Asimismo, la consellera ha destacado la labor del Colegio Imperial de Niños Huérfanos como institución benéfico-educativa que desde hace seis siglos ha atendido a más de 30.000 niños huérfanos o de familias con una situación económica precaria.

En este sentido, Such ha elogiado la vocación de atención hacia los más desfavorecidos y la confianza plena en las capacidades de los niños que continúa hoy vigente en el proyecto educativo de la Fundación del Colegio Imperial.

Campamento de verano

Este campamento continúa el proyecto educativo en valores y de mejora social del individuo que desarrolla el Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer.

La animación sociocultural supone, a lo largo de estos días de vacaciones, un apoyo a la educación formal que ofrece el colegio durante todo el año, así como una herramienta eficaz en la prevención de futuras problemáticas.

Los participantes se distribuyen en diferentes grupos según edades, que coinciden con la organización habitual de las etapas educativas de un centro escolar, con el fin de tener en cuenta sus preferencias e inquietudes.

La programación de actividades se desarrolla en torno a cinco áreas de formación: física, técnica, de carácter, de trascendencia y de servicio. Entre los objetivos destacan el respeto a las diferencias, desarrollo de habilidades manipulativas, potenciar la creación de lazos afectivos, ofrecer estrategias para la resolución de conflictos, favorecer la autonomía personal y emocional y la autoestima, entre otros.

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