
Accademia del Piacere
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Lunes 28 de julio
Accademia del Piacere
Spain on fire
Hora: 22.30h
Lugar: Castillo del Papa Luna
Precio: 15€
La España del siglo xvii, y particularmente Sevilla, fueron paradigma de diversidad y duros contrastes: en ella se mezclaron, juntas y revueltas, la pobreza más lacerante con el despilfarro del oro de América, la brillantez con la ignorancia más oscura, el puritanismo con la depravación… De ese picadillo de ideas y personas emergió una era dorada de las artes y de la música, que disfrutó de una riqueza de estilos y géneros deslumbrante y rara vez repetida: la vieja polifonía policoral en las iglesias, los tonos humanos en los palacios, las zarzuelas en los teatros, la guitarra de moda en los hogares y las barberías…
La cúspide de esa pirámide social, la Corona, había adoptado casi como himno nacional el Pange Lingua ‘More Hispano’, omnipresente en celebraciones solemnes. Pero en el otro extremo de esa pirámide mandaban las danzas, muchas danzas, dispuestas a subir por el ascensor social mucho más rápido que las personas. Lascivos bailes que parece que el demonio los ha sacado del infierno, en palabras de Rodrigo Caro (1626), solían desembarcar de manos de los esclavos procedentes de las colonias de América: zarabandas, pasacalles, chaconas y otra gran tropa de este género pasaron pronto de las calles a los libros de guitarra y los entreactos teatrales, y de ahí a los salones de la aristocracia. Sus ritmos mixtos eran, diríamos hoy, muy flamencos, y su estructura musical eran breves ruedas de acordes repetidas hasta el infinito, sobre las que se organizaban variaciones melódicas, como hoy en el blues o las seguiriyas. Acompañadas por la emergente guitarra como instrumento de moda, formaron una sólida base para el acervo folklórico español que hoy conocemos, y fueron copiadas por una Europa que miraba a España con mezcla de rechazo y fascinación por su exotismo: el fuego español prendió en la mismísima corte de Versalles a través de la moda à l’espagnole, y los acordes y ritmos hispanos pusieron así el fundamento de lo que conocemos como música barroca.
Juan Ramón Lara


